¿El estrés te está haciendo engordar? Las formas ocultas en que el estrés sabotea tu pérdida de grasa y cómo solucionarlo
- Jessica Torre
- 1 jul
- 2 Min. de lectura

¿Te ha pasado que comes bien, haces ejercicio… y aún así subes de peso o no ves ningún cambio?
No estás loca. No estás haciendo algo mal. .Estás estresada. Y sí, eso puede estar saboteando tu cuerpo.
💥 ¿Cómo te hace engordar el estrés?
Cuando vives en modo supervivencia constante —con pendientes, presión, desvelos, o simplemente cargando con todo para todos—, tu cuerpo activa una respuesta hormonal que te protege… pero también te hace acumular grasa.
El culpable principal: el cortisol, tu hormona del estrés.

Lo que hace el cortisol cuando está elevado crónicamente:
Aumenta tu apetito, especialmente por azúcar o carbohidratos refinados
Interrumpe tu sueño, lo que desregula tus hormonas de saciedad y hambre
Aumenta la resistencia a la insulina, haciendo más difícil quemar grasa
Promueve el almacenamiento de grasa abdominal
Afecta tu tiroides y ralentiza tu metabolismo
En resumen: el estrés te pone en modo almacenar, no en modo quemar.
🔄 Señales de que el estrés está afectando tu cuerpo
¿Tienes panza baja que no se va, aunque comas bien?
¿Te levantas ya cansada?
¿Tienes antojos “inexplicables” por la tarde?
¿Te inflamas fácilmente o retienes líquidos?
¿Sientes que por más que haces, no ves resultados?
Estas no son fallas tuyas. Son síntomas de desbalance hormonal inducido por estrés.
✅ ¿Cómo lo arreglas?
1. Duerme mejor (y prioriza el descanso como estrategia de transformación)
Dormir 7–8 horas profundas regula el cortisol, mejora tu sensibilidad a la insulina y activa hormonas de quema de grasa.→ No es flojera. Es bioquímica.
2. Muévete, pero con estrategia
Hacer HIIT o cardio excesivo cuando ya estás estresada solo empeora la respuesta del cortisol.→ En cambio, entrena fuerza 3–4 veces por semana y camina al menos 7 mil pasos diarios.
3. Come suficiente y a tiempo
Saltarte comidas o comer muy poco puede activar más cortisol.→ Asegúrate de incluir proteína, fibra y grasas buenas en cada comida. Y no le tengas miedo a los carbohidratos bien distribuidos.
4. Haz mini pausas reguladoras
Respira. Estírate. Desconéctate.→ 3 minutos de respiración consciente pueden reducir tus niveles de cortisol en el día.
5. Apóyate con nutrientes, hábitos antiinflamatorios y productos naturales
Magnesio, omega 3, adaptógenos, activadoes celulares y productos naturales de cuidado personal sin disruptores hormonales como los de Ringana pueden ayudar a modular tu respuesta al estrés.
💬 Algo importante…
Si tu cuerpo no quiere eliminar grasa, no es que no quiera cambiar. Es que está tratando de protegerte.
Cuando le das seguridad, descanso, alimento real y espacio para recuperarse, empieza a soltar lo que le sobra. Y tú empiezas a sentirte como tú otra vez.
✨ ¿Y si te guiara paso a paso?
Si este artículo te hizo decir “¡esto me pasa!”, quiero invitarte a conocer mi programa de Pérdida de Grasa y Balance Hormonal, diseñado para mujeres como tú: reales, ocupadas y listas para transformar su cuerpo y su energía sin castigos, ni dietas extremas.
$50 dólares de descuento para mi próximo grupo de 6 semanas que empieza el 14 de Julio con el codigo: SUMMER50
Opmerkingen